miércoles, 10 de abril de 2013

Transistor de nanotubos de carbono que puede oler

Los investigadores médicos ven  los nanotubos de carbono también, como agujas potenciales para inyectar medicinas o genes en células enfermas. El tamaño y la forma son sólo la mitad que las agujas actuales y esa es la razón. Como sondas, sus propiedades físicas, incluyendo su gran conductividad eléctrica y termica, los hacen perfectos para cambiar la información entre el interior y exterior de una célula. Las sondas pueden ser usadas para probar ciertas sustancias y probar ciertos procesos más allá de membranas de célula. Pero esto es solamente el principio. 

Lo que Johnson y su grupo de colaboradores (de las universidades de Pennsylvania, Miami, e Illinois, así como Princeton University, Centro Monell de Sentidos Químicos, Máquinas Evolved y Nanosense) han hecho la integración de un transistor CNT con proteínas receptoras olfativas (RUP - la clase más numerosa de los GPCR). El objetivo final de este tipo de investigaciones es la transferencia de las propiedades biológicas de detección de los sistemas moleculares artificiales para dispositivos electrónicos. 

Con respecto a las propiedades olfativas sensoriales, esto podría significar, por ejemplo, que con 'nariz electrónica' - un sistema electrónico que puede oler - dejaría de ser una necesidad utilizar animales para realizar tareas que dependen de un sentido del olfato muy sensible - por ejemplo, la detección de droga o una bomba, o el diagnóstico de enfermedades, potencialmente.



Esquema de un transistor de nanotubos de carbono funcionalizados con las proteínas de ratones receptores olfativos en nanodiscos. (Copyright Imagen: Robert R. Johnson, de la Universidad de Pennsylvania)


Fuente de información:

http://www.nanowerk.com/spotlight/spotid=22177.php (web en inglés)

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